Título: “Los años de espera”
Autor: Enchi, Fumiko
Editorial: Alianza
Ciudad Fecha: Madrid 2013
Edición original: 1957
Traducción: Keiko Takahashi y Jordi Fibla
Género: Novela pags. 250
Glosario: No
Notas: escasas
Bibliografía: No
Ilustraciones: No
Precio: 10 €
Calificación personal: 8
Una obra ante la que uno se puede quedar un tanto desconcertado más que nada por que desde nuestro occidente del XXI no parecen asumibles con naturalidad ciertos conceptos que en el Japón de principios del XX eran cotidianos. Una vez superada esta barrera lo que nos va desvelando la autora es un mundo fascinante: el mundo femenino del sometimiento al varón, esa sería la formulación políticamente correcta, yo lo expresaría diciendo que es el conflicto de poder entre seres humanos a pesar de que todo parece establecido e inamovible. Como en casi todo nada es lo que parece sino algo muchísimo peor.
La autora tuvo una vida atroz (1905-1986) y no sólo por el período histórico que le tocó vivir, sino por su extremadamente frágil salud que no le permitió siquiera acudir a una escuela. Su vida pasó por tanto en el ámbito femenino, en esas penumbras donde se ejercer el poder masculino que no se discute pero tampoco se acata…del todo.
Le historia empieza cuando un hombre todavía joven envía a su mujer a Tokyo a buscarle una segunda esposa o concubina, luego una tercera. Las relaciones entre éstas, el varón –por supuesto una mala bestia desde nuestra perspectiva, como por otra parte casi todos los varones que aparecen en la literatura femenina- los hijos habidos del primer matrimonio y el transcurrir del tiempo como la carcoma que desvela la verdadera tempestad bajo el mar en calma y que nunca deja de estarlo, es la trama fundamental de la novela.
Como buena literatura japonesa todo transcurre apaciblemente, no hay más salidas de tono que las protagonizadas por el hijo medio imbécil y, sobre todo, la sublime venganza, sutil pero atroz con que la primera esposa arroja a la cara del marido ególatra todo su rencor. Para nosotros, acostumbrados a las escenas matrimoniales de más bien dramáticas y escénicas, resulta desconcertante pero no lo es desde la mirad japonesa.
Una obra en suma extremadamente interesante para comprender un poco más el pensamiento japonés de una época.
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