Un blog más sobre Japón, como si hubiera pocos. Supongo que la única razón para escribirlo es la pasión que desde muy joven he sentido por la cultura japonesa en todas sus manifestaciones. La vida me permitió o me condenó según se mire, a estar muy relacionado con ella, más de la mitad de mi vida la he pasado estudiándola o teniéndola muy presente. A veces desde la admiración y la fascinación, a veces desde el hastío y la aversión, pero siempre en relación a ella. Igualmente creo que la única razón por la que a alguien puede interesar leer este blog sobre Japón, otro más, es precisamente esa, que no un espacio de admiración y rendición incondicional, sino que jamás abandonará el espíritu crítico y tampoco la opinión personal al margen de lo políticamente correcto.
Ahora viene el Aviso a navegantes: si buscais manga o referencias a tecnologías punta, a modas adolescentes niponas o cosas semejantes, lo siento pero aquí no lo vais a encontrar. Si buscais textos acomodaticios que demuestren la superioridad de la cultura occidental, tampoco lo vais a encontrar aquí. Si buscais la admiración ciega o la adulación a personas, obras o actitudes, este tampoco es vuestro blog.
Aquí habrá siempre una opinión lo más objetiva posible, evidentemente, pero no pienso renunciar a expresarla por el bien parecer o el bien quedar. Treinta y dos años de estudio me otorgan el derecho a hacerlo y, por supuesto, a equivocarme.
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